domingo, 5 de julio de 2015

Por Amor a la Historia del Arte


Llevaba bastante tiempo queriendo abrir un blog serio, que no contuviera entradas propias de una niña de 18 años, como mi primer blog, ahora desaparecido.

Quizá fue la falta de tiempo, la pereza o la vergüenza las que me impidieron realizar esta empresa con anterioridad, no lo sé. Pero lo más probable es que fueran ambas, unidas al problema de no saber sobre qué escribir.

A día de hoy, la falta de tiempo no es un impedimento, estamos en pleno verano, acabo de terminar mi carrera en Historia del Arte y no tengo mucho más que hacer por ahora; la pereza siempre ha estado ahí, pero, como Pecado Capital que es, hay que saber vencerla; la vergüenza, ligada al miedo al qué dirán, también me ha acompañado siempre y, lamentablemente, me ha impedido realizar otras muchas cosas.

Solo el no saber sobre qué escribir es lo que ha cambiado. Mi reciente título en Historia del Arte me ha motivado para hablar de este tema tan amplio y tan sumamente bello. Este no es un tema nuevo; de hecho muchos han escrito sobre él; por ello, no pretendo descubrir la pólvora, no pretendo dar nuevas interpretaciones sin fundamento, lo único que quiero al hablar sobre los artistas y sobre las obras, es intentar que la gente que lo lea sienta curiosidad, pasión por el Arte, y quiera saber más de este mundo tan maravilloso y tan desconocido.

Por ello, hoy, 5 de julio de 2015, inauguro este blog, un blog realizado únicamente Por Amor a la Historia del Arte.

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